jueves, 27 de octubre de 2011

Zipi y Zape


Acostumbraban a llamarlas Zipi y Zape, pues una tenía el pelo rubio y la otra moreno y ambas se complementaban como si de hermanas se tratara. Tenían la cara bonita, eran felices, ilusas y entusiastas. Compartían gustos, aficiones y pensamientos, lo que hacía que cada momento que vivían juntas fuera especial. Eran inseparables, se entendían a la perfección sin necesidad de palabras y se querían, decían que nunca se separarían…
Cuando crecieron, la chica rubia empezó a cambiar su forma de ver la vida, sus aficiones e incluso sus amistades, pues a pesar de que en la infancia había estado oculto en ella, siempre le habían gustado las cosas y las personas que tenían algo que las hacía distintas.  En definitiva, abrió su mente a lo diferente y se convirtió en una persona independiente, reservada y con una mirada fría. La chica morena al principio lo aceptaba, perdonaba que de vez en cuando la dejara tirada e incluso que en algún momento en el que la necesitaba no estuviera. Pero llegó el momento en el que se cansó y dejó de permitir ese comportamiento que no le gustaba, así que tuvieron una pequeña discusión y  ambas se despidieron con un simple adiós.
Ahora ellas siguen juntas físicamente, pues van a la misma clase, pero ya no existe esa conexión tan plena que antes tenían. Cruzan miradas, puede que miradas de anhelo que expresan lo mucho que se echan de menos y, por lo menos, la chica rubia espera que llegue el día en el que todo vuelva a ser como en aquella feliz infancia que vivieron juntas.


Besos, 
Andrea.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Momentos...


Estaba enfadado por motivos que no recordaba, sin embargo algo le impedía corresponder a los abrazos y a las palabras de cariño que ella le dedicaba.  Intentaba tocarlo, arrimaba su cuerpo contra el de él, lo miraba… pero éste no podía evitar rechazarla. De repente, cansada, ella le obligó a que se cogiera de su mano y entrelazando los dedos y arrimando ambas manos a su pecho le dijo, mirándole a los ojos…  ¿Es que no sientes cuánto te quiero? ¿Es que no sabes que a pesar de cada golpe que me has dado, sigo aquí? Las cosas no pueden ser de otra forma, tú estás hecho para mí y yo para ti. El amor es  locura, felicidad, obsesión, ilusión, sufrimiento, lágrimas… y nuestro amor lo tiene todo, sólo tenemos que equilibrarlo. No puedo hacerlo sin ti, necesito que me des una señal… ayúdame. A veces pienso que donde una vez hubo amor, ahora sólo quedo yo. Dime que me equivoco, que me quieres de la misma forma que yo a ti, dime que tú tampoco puedes vivir sin mí y que me echas de menos cuando no estoy. Dime que cuando me miras también sientes esas incontrolables ganas de besarme, dime que podrías pasar horas acariciándome, dime que también deseas escuchar mi voz…
Mientras hablaba, él veía en su mirada la sinceridad y la desesperación con la que decía éstas palabras, y cuando vio que una lágrima le corría por la mejilla la hizo callar y la abrazó.
De alguna manera, consiguió que no fuera un abrazo cualquiera, de esos que acaban convirtiéndose en rutina. Fue un abrazo cargado de amor, de ganas, de impaciencia por verla sonreír de nuevo, fue un abrazo que hizo innecesarias las palabras… y ella lo notó. ¿Sientes tú cuánto te quiero? Le pregunto él.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Desfase.

El sábado es el día de la libertad, acumulas estrés entre semana, también cansancio y quizás un poco de mala leche. Pero llega el sábado y puedes levantarte a la hora que quieras, como si no quieres levantarte... puedes comer cualquier cosa, una pizza, una lasaña rápida, algo de fritanga. Puedes permitirte el lujo de no hacer nada durante todo el día o de hacer todo lo que te apetezca, en definitiva, hacemos con el sábado lo que queramos. Lo cambiamos, lo moldeamos, lo volvemos a cambiar hasta que se convierte en el día perfecto para nosotros.
Y cuando llega la noche tenemos un abanico de posibilidades entre las que elegir para pasárnoslo bien, desde una cena tranquila y romántica a una de desfase con los amigos.
A mí personalmente me gusta empezar la noche pronto, me reúno con mi maravillosa gente y empezamos a fumar ganjah y cuando esta nos ha hecho efecto nos vamos a un supermercado y nos llenamos las mochilas de comida basura y de bebida. Subimos al castillo y ahí comienza la verdadera noche. Seguimos con lo nuestro, bebemos, reímos y cuando consideramos que estamos lo bastante borrachos decidimos bajar a la zona de fiesta de Alicante para bailar. Entramos a un local con música a todo volumen y luces que van de aquí para allá y de repente es como si entráramos en trance, escuchas las canciones pero como si vinieran de algún lugar que no consigues identificar y todo a tu alrededor parace más interesante de lo que en realidad es. Hablas con la gente, haces nuevos amigos, olvidas tus problemas, te sientes realmente bien...








Y después te despiertas al día siguiente, con la depresión post-party y en lo único que piensas es en como hacer que todos los días sean sábados.

Besos,
Andrea.

viernes, 2 de septiembre de 2011

lunes, 29 de agosto de 2011

Gretica


 Ella es Greta, una setter de aproximadamente cinco años, dulce y cariñosa como nadie. La encontré en una página web dedicada a la acogida de perros de caza que por circunstancias la vida los ha tratado mal. Esta perrita en concreto estuvo encerrada en una jaula durante los cinco años que ha tenido de vida, pariendo celo tras celo para la producción de perros de caza válidos, comiendo y bebiendo lo que podía. Me conmovió tanto que en menos de un mes ya la tenía en mi casa. Es preciosa y lo único que quiere son mimos, dos comidas al día y un sitio agradable en el que dormir.
La asociación de la que hablo se llama Pro Setter, no es una protectora de animales ni una perrera como tal, subvencionada por el estado, sino que es un pacto entre gente concienciada que han conseguido donaciones de particulares y ser conocidos y aceptados por la gente. Realmente están haciendo una labor increíble y han ayudado a perros que no tenían esperanza de vivir felices.
Aquí dejo la página web: http://www.pro-setter.org/
En vez de ir a una tienda de animales y gastaros ochocientos euros en un perrillo que sólo compráis porque es de raza, id a Pro Setter, y sentiréis la satisfacción que es saber que estás haciendo feliz a un animal que ha sido maltratado.





Besos,
Andrea.

domingo, 28 de agosto de 2011

¿Y si...?

Me encuentro en mi habitación, leyendo un blog. No es un blog cualquiera, fue el primero que leí y el único que sigo religiosamente. Lo escribe una chica de veintisiete años licenciada en sociología con una vida sexual activa y un increíble talento para despertar la posiblemente bisexual reprimida que llevo dentro. Seguramente no sea raro y habrá más chicas que hasta ahora creían que eran heterosexuales y cuando leyeron el blog se les abrió la mente y las piernas a nuevas experiencias. El caso es que Beta (así se hace llamar) consigue introducirte en su mundo lleno de actos impulsivos y experiencias lésbicas, lo que la hace irresistible.
   Lo cierto es que un día decidí masturbarme mientras veía el video porno de un ménage à trois compuesto por dos mujeres y un hombre, en la parte en la que jugaban entre ellas me puse a mil y para ser sinceros, fue un orgasmo bastante satisfactorio. Así que me pregunté, ¿y si soy lesbiana? Entonces probé a masturbarme con porno lésbico. No dio resultado. Aun así vi claro que en algún momento de mi vida querría acostarme con una mujer.
   Llegué a la conclusión de que me aburro, de que soy viciosa e impulsiva, y de que lo que realmente me gusta son las nuevas experiencias... cosas que se salen de lo normal, como tomar setas alucinógenas, un ménage à trois, o ¿por qué no?, un polvo con una mujer. No es solamente en el ámbito sexual donde me gusta ir más allá, todo se debe a que me gusta tener una vida desordenada, llena de cosas improvisadas y que me hagan sentir bien, vivir en el momento, cambiar... me gusta dejarme llevar.



La gente dice que soy egoísta y poco consecuente, yo lo llamo disfrutar.



Besos,
Andrea.